Cuenta la
historia que en el mundo Pokémon a los diez años tienes que tomar
una decisión que arrastrarás contigo toda tu vida. No
es otra que elegir entre azul, rojo o verde. Me suena, pero no
sé de qué.
Primero te
dejan claro lo que importas en el juego. El jefe del sistema, no sé
si rector o no, el mismo que crees que te quiere como a un hijo, o
quizás como a un nieto por su edad, te pregunta tu nombre. Eso
es, no sabe ni cómo te llamas. Luego ves que eso es
normal cuando no se acuerda tampoco del nombre de su propio nieto.
Somos dos números más, no dos personas más; dos números que
depositan su voto en la urna.
En
este mundo, mucho más evolucionado que el nuestro, se han dado
cuenta de que no es necesario tener 18 años para participar en un
sistema carcomido en el que solo tienes la oportunidad de votar a 3
de 151 opciones diferentes. Para qué esperar tanto, si puedes entrar
en el juego al llegar a las dos cifras.
¡No escaparás! |
También
cuenta la leyenda que en nuestro mundo hace años había un
bicho verde que contaba con algo de apoyo y podía molestar
un poquito a los dos seres de fuego y de agua. Por lo que se sabe, en
1996 subió exponencialmente de nivel hasta aprender autodestrucción
y eso fue el fin. Aunque hay quien dice que en 2011 aprendió
recuperación, yo ahí no quiero entrar....venga, seamos serios, en
este Mundo no estamos tan avanzados como en el de “Hazte con todos”
y ni siquiera tenemos un verde. Nuestra decisión es bilateral,
o rojos o azules.
Hay
quien dice que la salvación puede estar en un nuevo bicho rosa que
está acercándose al laboratorio del amigo Oak y que plantará cara
a los malignos bichos que tienen el monopolio del mundo Pokémon.
Pues bien, me da miedo pensar que los únicos “monstruos
portátiles” de esas características que conozco son una
rata con dos colmillos que hacen de todo menos bien, un
pequeño bicho que acaba siendo un monstruo venenoso y una masa
que según le convenga se puede hacer pasar por un
bicho u otro.
De
pequeño y no tan pequeño me encantaba jugar con estos Pokémon, ya
sabéis, el rojo y el azul. También me acuerdo de que mi padre me
reñía por jugar a todas horas y yo, tirado en la cama, imaginaba un
mundo como ese, mientras mi madre me decía que despertase, que eso
nunca iba a pasar. Pues mira mamá, mira papá, éste no es un
mundo tan diferente, y mira pequeño yo, cuidado con lo que deseas
que a veces se hace realidad.
La
verdad es que el sistema actual me da mucho miedo, pero me aterroriza
todavía más el hecho de que Nintendo después de estos dos juegos
sacara “Pokémon Amarillo”, creado por Satoshi Tajiri o George
Orwell, las fuentes no se ponen de acuerdo. Un juego en el que solo
tienes la oportunidad de escoger a un bicho que te sigue a todas
partes y al que tienes que tener contento para conseguir todos los
objetivos. Y lo peor es que arrasó en las tiendas.
Gabriel Álvarez García @Gabisoldado
Wow! Maravillosa forma de ver el mundo actual. Creo que jamas lo había visto de esta manera, pero puedo decir que me asusta un poco. Más por el hecho de que algunas veces, cuando eliges al bicho verde te das cuenta que aunque crece muy rápido y en un principio puede ser muy útil, a largo plazo no es más que un estorbo... Sólo digo.
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