El encuentro
celebrado el día 3 de marzo en el Medialab
Prado se convirtió en realidad a partir de la pregunta que se hizo su
promotor, Gonzalo Garrido.
¿Podría organizarse un evento a través de las redes sociales? Twitter dio
respuesta afirmativa. Belén Bermejo,
editora de Espasa Calpe, explicó que se trataba de un evento no institucional
entre blogueros, a los que considera nuevos prescriptores. La idea central del
encuentro fue preguntarse si los blogs literarios tienen un futuro, y cuál es
su relación con [el resto de] la
literatura.
Desde un primer momento se hizo
una división entre blogs literarios que hacían crítica y blogs que hacían
literatura. En general todos los participantes tienen blogs que hablan de
literatura, más que hacerla. Incluso Paloma Bravo, cuyo blog da vida a una
personaje de ficción, reconoció que su personaje leía mucho y que el público
empatizaba con ella como lectora. La mayoría de los bloggers aludidos no tienen
una formación académica en crítica literaria, sino que escriben de lector a
lector, entre pares. En este sentido David Pérez Vega destacó
una idea pasional de la literatura, el valor del blog como espacio donde
reflexionar sobre lo que se lee desde el entusiasmo y el encuentro. Pilar Adón hizo referencia al
doble filo de la interactividad como medidora del éxito pero también como
elemento que absorbe demasiado tiempo. Ainize
Salaberri, directora de Granite
& Rainbow, destacó el valor que tienen los blogs para “formar buenos
lectores” y afirmó que su revista tenía la voluntad de ser “una biblioteca de
la que pudiera sentirse orgullosa”. Jenn
Díaz, subdirectora de la misma revista, habló de la inmediatez que aporta Internet
y que permite reseñar libros que todavía no han aparecido en la prensa impresa.
“Tengo pocos comentarios en mi
blog y me siento orgulloso”, afirmó Jordi Corominas, que destacó
que no todo el mundo puede ofrecer contenido de calidad y señaló las luchas de
egos y polémicas que a menudo se dan en la blogosfera. Explicó que el blog debe
intentar mejorar y ampliar la crítica literaria aportando objetividad y rigor
desde la subjetividad. Tanto él como Pilar Adón destacaron la utilidad de los
blogs contra la fugacidad de la prensa, cuyos contenidos parecen durar solo un
día. Julián Rodríguez
aportó la nota discordante de la mesa diciendo que en su opinión los blogs son
en un 99% iguales a los fanzines de los años 80, pero trascienden el límite
físico de distribución de tales publicaciones.
Javier Avilés, Alberto Olmos y Luis Marginyà
“El blog más interesante es el
que se cuela en un espacio marginal y ofrece opiniones disidentes.” Así destacó el valor de las bitácoras
literarias Alberto Olmos
en la entrevista a cuatro con Javier
Avilés y Constantino
Bértolo. El entrevistador fue Luis Marginyà, que hizo gala de un
escepticismo aparente respecto al hecho de escribir un blog, diciendo que no
entendía la necesidad de plasmar los pensamientos a diario en lugar de una vez
cada cinco años. Bértolo abrió el debate sobre si era posible una narración con
solo presente, cosa que sucede en los blogs. Javier Avilés opinó que algunos
fragmentos de los blogs sí pueden tener un valor narrativo en sí mismo, ya que
a menudo se escribe sobre las sensaciones que suscitan unos textos
determinados, y se puede establecer una continuidad entre estas sensaciones. Alberto Olmos destacó que los blogs habían
creado una escena literaria en España que antes no existía. Asimismo, respecto
a las discusiones sobre el tiempo y la narrativa en los blogs, sentenció que
“el modo en que escribes es carácter”.
El panel que siguió a la entrevista trató el tema de si los blogs pueden o no convertirse en un nuevo género literario. La respuesta de los allí presentes fue unánime: no. José Antonio Valverde caracterizó al blog simplemente como un nuevo envoltorio que no cambia en absoluto la literatura ya existente. Enrique Redel, editor de Impedimenta, afirmaba por su parte que “no es posible crear un nuevo género, la literatura simplemente se adapta al nuevo soporte”. A pesar de ello explicó que era consciente de que esta exposición concreta podría llegar a modificar nuestra manera de narrar. Gregori Dolz por su parte opinó que el gran dilema del blog es el Yo, profundizando la idea de su anterior interlocutor Redel, quien explicó que “estamos llegando a un nivel personal, nos desnudamos, nos exponemos al completo, llegando casi a la pornografía”. Sin embargo, Sergio del Molino recalcó la idea de que los blogs sirven de plataforma a “voces que no se atan a un canon, que renuevan nuestra visión de literatura”. Aparicio Belmonte, también invitado de este panel, mostraba su asombro de haber sido invitado a este encuentro, ya que creía que “analizar todo esto es casi inservible porque la transformación del medio es permanente”.
Para finalizar este encuentro tuvo lugar el panel que lanzaba las siguientes preguntas: ¿Tiene sentido editarlos en libro? ¿Cómo se comercializan los blogs? Hubo un consenso generalizado en que la manera de obtener remuneración económica a través de los blogs era los banners publicitarios. Emi Lope contó su experiencia como editora de Plaza & Janés convirtiendo blogs en libros escritos. Ejemplo de ello es ApocalipsisZ. Jorge Degeneffe opinó que hay que integrar el mercado digital con el físico y que el blog como prescriptor puede ayudar a vender y a entender cómo va el mercado. Eduardo Laporte, blogger y escritor introdujo la idea de que separar algo de Internet y editarlo en papel aportaba un valor en sí, pero que se debían publicar cosas de calidad literaria que aportaran algo nuevo al papel. Javier López, librero de La Independiente, ve dos modelos totalmente separados –digital y papel-. Imma Turbau destacó que los blogs e Internet pueden eliminar a muchos intermediarios en el proceso de edición cuando se publica directamente en Internet. Precisamente Amalia López, editora online, destacó las posibilidades que puede aportar la comunidad de lectores al proceso de escritura.
Itziar Lauzurika Salegi @Itzitzii
Carlos Heras Rodríguez @CarlosHerasRo
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