miércoles, 21 de marzo de 2012

Balones sobre las íes(II). De ladrones

GRACIAS IÑAKI

"Por todas las alegrías que nos has dado, gracias Iñaki Urdangarín". Así finalizó el comentarista de balonmano para TVE la retrasmisión del partido por la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. 
Aquel día, Iñaki Urdangarín se despedía del deporte que le había dado todo en la vida, se decía adiós a uno de los mejores laterales zurdos que ha dado el balonmano español. Un hombre que lo ganó todo con el FC Barcelona y que con la selección española fue capaz de conseguir tres bronces olímpicos consecutivos, Barcelona 1992, Atlanta 1996 y el ya mencionado de Sydney 2000. Urdangarín, indiscutible en ambos conjuntos, admirado por compañeros, rivales y aficionados, tenía algo mucho más importante: era respetado por el mundo del balonmano.

Como jugador cabía destacar su potente brazo izquierdo, su físico imponente y, sobre todo, su gran inteligencia a la hora de leer el juego. Muy probablemente, de no haber sido por su romance y posterior matrimonio con la Infanta Cristina, podría haberse dedicado a ser entrenador de balonmano. Pero no fue así, y desgraciadamente (en mi opinión) hemos perdido a un símbolo del deporte, convertido ahora en un personaje corrupto, ladrón y mentiroso. Ahora trata de zafarse de la justicia. Antes lo hacía de los defensores rivales. 

Cómo cambia la vida.


DEUDAS Y BALONES.

Al encender Twitter el pasado martes y encontrarme con #SalvemosLaUDSalamanca como TT a nivel mundial pensé: “Joder, qué putada si desaparece el Salamanca”.

Eso fue lo que me vino a la cabeza en un primer momento, pero a medida que iba viendo los diferentes tweets de apoyo a la UD Salamanca me di cuenta que no era ninguna “putada”, esto se lo había ganado a pulso. De hecho, creo que si se encuentra en ley concursal o en quiebra debería desaparecer. Primero, porque se trata de una empresa como otra cualquiera y es injusto que, por ser un equipo de fútbol, goce de beneficios fiscales; segundo, porque hay otros equipos que no se han endeudado, a base de políticas basadas en la austeridad que les han imposibilitado fichar a determinados jugadores.

Muchos pensaréis que detrás de un club de fútbol existe una masa social importantísima, el sentimiento de toda una ciudad, la ilusión de la juventud… No lo niego, de hecho soy de los que creen que el deporte es una de las mayores fuentes de alegría en estos días en los que la economía atraviesa una grave crisis, pero ello no significa que con la excusa del deporte algunos puedan salir beneficiados. No es justo que los equipos de fútbol deban 752 millones de euros a Hacienda  mientras cientos de empresas desaparecen por deudas mucho menores, provocando que miles de personas engrosen las ya saturadas listas del paro.

Ya sabéis, si creáis un equipo de fútbol, podéis endeudaros. Benditos balones. 

Nacho Barranco @ridebikesbf

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