sábado, 3 de marzo de 2012

Balones sobre las íes


FORMAS DE DESTRUIR UN JUEGO
Enciendes el televisor y ves el resumen de un partido de fútbol. Victoria del Atlético de Madrid y todos tan contentos. Muchos goles, la afición canta y disfruta en el estadio. El opio está servido y el pueblo lo disfruta.

Mientras, en los aledaños del estadio Vicente Calderón los setos de un parque arden, así que los niños que allí jugaban y los ancianos que disfrutaban del sol de la tarde han tenido que ser desalojados. “No pasa nada, han sido los aficionados del equipo rival” o “Es futbol, qué le vamos a hacer, estas cosas pasan” debe pensar la gente. Craso error.
No es admisible que por un maldito juego de once contra once se genere todo esto. El fútbol y todo su mundo han ido más allá. Cada día llegan noticias de altercados entre aficionados, grupos extremistas vinculados a peñas futbolísticas, destrozos en las calles, heridos, detenidos e incluso muertos. ¿Hasta dónde va a llegar esta locura?
Esta locura llegará hasta donde quiera. Mientras el fútbol siga siendo un deporte tan global y multitudinario aparecerán este tipo de disturbios. Algo que realmente debería entristecer al mundo del fútbol en particular y al del deporte en general. Yo no puedo evitar pensar: “Que no les guste el ciclismo, por favor.”

SOLUCIONES.
Durante las últimas semanas y tras la reciente sanción a Alberto Contador se ha desatado en España una exaltación del espíritu patriótico que, sinceramente, avergüenza.
No es de extrañar. Los guiñoles de Canal + Francia se mofan de los deportistas españoles y nosotros  -encabezados por la prensa deportiva-, como si quisiéramos pregonar dichos guiñoles, nos quejamos, denunciamos e insultamos. No sé si es que somos así de poco inteligentes o simplemente al aparecer la palabra “francés” se nos nubla la vista.
Pero este no es el tema a tratar. El trasfondo de todo esto es claro: España sufre un problema con el dopaje. España y el mundo del deporte en general. Tramposos los hay, los ha habido y los habrá siempre que entre los premios a los deportistas haya una cuantiosa suma económica, es así de simple. Solución, ¿retirar los premios en metálico? No, evidentemente.
La solución es otra: sanción perpetua para los deportistas que den positivo en un control antidopaje (siempre que estos no puedan demostrar que no se realizara con el fin de mejorar su rendimiento). Es una decisión dura pero necesaria. Este problema hay que cortarlo cuanto antes ya que, le pese a quien le pese, el deporte es un pilar en nuestra sociedad en el que mucha gente se ve reflejada y del que la juventud toma muchas referencias.

P.D: La sanción a Alberto Contador es justa.


Nacho Barranco Frías @ridebikesbf

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