La Tendencia Today: WeChat, el momento de sacudir

Entre el colectivo chino está abriéndose paso, meteóricamente, una aplicación móvil: WeChat. Su principal diferencia con WhatsApp, su máximo competidor, es la posibilidad de sacudir, un añadido a primera vista estúpido que, aun así, ha calado entre los usuarios de la herramienta.

La frase del título, que quizá podría haber sido extraída de cualquier clásico de Bud Spencer y Terence Hill, es una realidad en gran parte del mundo oriental. "Si no tienes un móvil con el que sacudir, estás totalmente out", afirma una joven estudiante, Zhu Yeng, al salir de clase en un pequeño instituto del barrio de Usera. "Aquí casi nadie me habla", añade, mirando con melancolía el edificio. Entonces, un pitido la avisa de que ha recibido un nuevo mensaje y se vuelve a dibujar una sonrisa en su cara. La exclusión social a la que son sometidos (muchas veces apoyada por su propia actitud) los chinos en España les ha llevado a juntarse tanto en el mercado laboral como territorialmente -el ejemplo más claro de esto es el polígono industrial de Cobo Calleja-. Ahora, aparece una herramienta que promete mejorar la cohesión entre este colectivo: WeChat. Y con ella, la moda de sacudir.

WeChat es un sistema de intercambio de mensajes cortos y de voz a través de tecnología móvil, desarrollado por la compañía china Tencent. Se lanzó en enero de 2011 y en sólo año y medio ya ha superado los cien millones de usuarios. Aunque da soporte a más de diez idiomas, entre ellos el español, la mayoría de estos pertenecen a un país: China. Vivan donde vivan. No hay más que preguntar a los orientales que nos encontremos por la calle, la mayoría emplean WeChat más a menudo que su principal competidor, Whatsapp. Y la mayor diferencia entre ambas estriba en la posibilidad de sacudir. Más información del sistema se puede encontrar en este vídeo explicativo.

¿Qué es sacudir? WeChat da tres posibilidades -quedan explicadas en la imagen pero haremos una pequeña traducción-. La primera consiste en chocar sutilmente nuestro terminal con el de otra persona para intercambiar nuestros números de teléfono. La segunda, llamada sacudir juntos, no tiene ningún tipo de connotación sexual. Su única función es intercambiar datos, ya sean fotos o nuestros contactos, de una forma más física. Finalmente, la tercera y más empleada recibe el nombre de "sacudida remota". Se lleva a cabo realizando unos cuantos movimientos de arriba hacia abajo, que podrían recordar a ciertas prácticas íntimas; en pocos segundos, WeChat nos pondrá en contacto con alguien, preferiblemente al más cercano a nuestra posición -se nos indica la distancia entre los dos-, que esté sacudiendo su móvil a la vez que nosotros. Si decidimos mandarle un mensaje, empieza la conversación.

 

 

Imagen extraída de http://jjaysonn.blogspot.com.es

 

"Sacudir es un arte; hay que hacerlo en el momento adecuado. Sacudir + Juego de miradas, aunque sea por webcam = Éxito" Rafa Mora Zhou            

Esta última función no suele ser empleada para conocer gente por conocerla, no nos engañemos. Es un sistema de flirteo muy empleado entre los orientales, especialmente en las discotecas. Un chino de Beijing con el que nos encontramos en Madrid Sur no quiso ceder su imagen o su nombre, pero sí se definió como "El Rafa Mora de Asia. El puto amo". Tras unas gafas Ray Ban bien grandes se escondía una mirada pícara, que comenzó a encadenar conquistas amorosas en cuanto se descargó la aplicación. "En un principio, nadie usaba WeChat y los que lo hacíamos llevabamos una intención clara; estaba chupado. Chica a la que hablaba, chica que caía. Ahora hay más competencia". Preguntado por la importancia de sacudir en la vida social entre los chinos, para nuestro peculiar Rafa Mora no hay duda: "mira, yo a unas chicas como estas (enseña una foto en su terminal, que ha buscado en Internet) me las hubiera intentado ligar hace unos años. Ahora, ni de casualidad. Qué móviles".

          

"Sacudir me introdujo en el mercado laboral"

No obstante, sacudir no sólo da posibilidades a la hora de conquistar a algún desconocido. A algunas personas, como WeiWei Ruan, les abrió una oportunidad laboral. "Mi jefe me contrató porque sacudir nos unió. Para él la química es muy importante, y nada muestra mayor feeling que darle al móvil al mismo tiempo. Creo que está muy contento conmigo". Otra historia curiosa, que muestra que esta herramienta también se puede emplear para integrar al colectivo chino, es la de Victor Xiang. Este jóven, que sufría de timidez crónica, la superó gracias a WeChat. "Yo no hablaba con nadie. Me ponía nervioso, prefería el silencio. Pero un día sacudí y la cosa cambió". En su vida apareció alguien a quien no hubiera esperado nunca: un occidental que vivía a 0,001 km de él. "Era el vecino del quinto. Es de Cuenca, pero desde el principio congeniamos mucho. Y ahora somos amigos (son los de la imagen que encabeza esta información). Él, otros WeChateros y yo. Como una familia". 

Ya saben, lo que vende en China suele exportarse a Occidente antes o después. Con éxito. Y quizá solo sea cuestión de tiempo que en España sacudir sea tendencia. Por ahora, si quieren ser pioneros en esta práctica, pueden descargar la aplicación. Disponible para Android, Symbian, iPhone y WindowsPhone, se encuentra aquí y en las diferentes plataformas de descarga de aplicaciones disponibles en esos sistemas operativos.

Roberto Gil, @robergilgarcia