En PopPol somos así. Nos proponemos escribir una reflexión política o un análisis fílmico y pasamos a duras penas de dos o tres párrafos. Nos proponemos redactar algo sobre minijuegos online y nos sale un artículo jotdownesco. Ante la magnitud de la propuesta hecha por varios de los autores sobre su juego favorito de Internet, hemos decidido innovar para que tengáis dos formas de informaros. La primera, una presentación tipo Power Point interactiva, para que leáis lo que queráis. La segunda, el texto en formato clásico, con más enlaces y algo más de información.
PRESENTACIÓN
Normas de uso: sólo funciona clicando con el botón izquierdo sobre la presentación, si se pasan las diapositivas de manera habitual gran parte del texto no aparecerá. Es una presentación interactiva.
TEXTO ORIGINAL
Troyis
se presenta a sí mismo como el juego más original y adictivo desde el Tetris.
La primera reacción que cualquier internauta tendrá es la de “Psse,
qué subiditos”, pero eso no
impide que dicho eslogan sea la primera motivación para empezar con
la primera partida. La mecánica es extremadamente sencilla: cada
nivel presenta un tablero en el que se activan unas casillas
determinadas que hay que rellenar con el movimiento de “L” del
caballo (Knight)
en el ajedrez.
Hay muchos factores inteligentes en este
pasatiempo. Cualquiera puede jugar, no es especialmente difícil y el
único factor que aumenta la dificultad es el tiempo por nivel. Eso
hace que la habilidad más importante sea prácticamente la capacidad de reacción.
El ránking mundial y la posición
instantánea que ocupa el jugador tras terminar un partida será un
motivo suficiente como para hacer click en “Replay”. Troyis tiene
una versión gratis y otra premium; la diferencia es el tiempo de juego: La gratuita deja 30 minutos
diarios. ¿Serán suficientes? Parece que hay jugadores tan picados
que están dispuestos a pagar una pequeña tasa con tal de permanecer
más de 30 minutos diarios junto a su sesión de Troyis.
Menciones de honor:
Johnny Bravo ligándose a sus titis en la discoteca de Bravo
Boogie
-imprescindible precursor de los
juegos de pulsar flechitas para seguir el ritmo- y el atrapante
multijugador online de Tank
Ball.
2. FAITH FIGHTER
¿Quieres resolver de una vez por todas la
duda de cuál es la religión verdadera? Pues hazlo a base de puños.
Faith
Fighter
es un videojuego que creó adicción y polémica a partes iguales,
cuando puso a darse de ostias a los representantes de las principales
religiones mundiales.
Escogeremos a nuestro luchador, el nivel de
dificultad (fácil, medio o difícil) y decidiremos si jugamos contra
la máquina o en el modo dos jugadores. Nuestro rango de elección es
amplio: podemos darle al cristianismo con Dios (padre, todopoderoso y
matón universal) o Jesús (hijo y ‘hipilongo’, pero mortífero).
Podemos optar también por manejar a Buda, Ganesha y Budai (ese
gordito feliz que los occidentales solemos confundir con Buda). Y
aquí viene la gran polémica: podemos, cómo no, encarnar al profeta
Mahoma en su particular guerra santa online.
La prohibición musulmana de representar al
profeta no impidió a los desarrolladores de Molleindustria ponerlo a
dar palos en este videojuego. Las reacciones no se hicieron esperar,
y hubo desde simples voces airadas hasta denuncias en los juzgados.
Como parece que el síntoma de este siglo XXI es sentirse ofendido
por cualquier cosa, en 2009 Molleindustria optó por retirar el
videojuego de su web debido a la denuncia de la Organización
para
la
Cooperación
Islámica
(antes Organización para la Conferencia Islámica). Y eso a pesar de
haber ofrecido una versión censurada en la cual la cara de Mahoma
salía tapada.
En Brasil el grupo que lo distribuía
(Universo
Online)
fue condenado a pagar una multa y retirar el juego tras la demanda de
una mezquita. Pero no quedó todo ahí. Como respuesta cargada de
ironía, Molleindustria lanzó un Faith
Fighter
2 en el cual se
cambiaban las peleas por el “amor”. La dinámica del juego
sustituyó las bolas de fuego y las patadas voladoras por tener que
clicar sobre los personajes para que no desaparecieran de la
pantalla. Si no consigues tenerlos a todos contentos perderás el
juego y un apocalíptico mensaje final rezará: “¡Game Over! ¡No
respetaste una religión y ahora el mundo es un completo desastre!”,
mientras un mundo en llamas hace de fondo de pantalla.
¡Pero no os preocupéis! El juego volvió y está disponible, para que podáis defender vuestra fe con más rabia que nunca. Por cierto, si conseguís llegar hasta el último nivel deberéis enfrentaros a Xenu, el dictador de la Confederación Galáctica en el cual creen los seguidores de la cienciología. No lo penséis más y comenzad la lucha por la fe verdadera.
Una experiencia religiosa.
3. PAPA’S PANCAKERIA
Además de perder el tiempo muchos juegos
pueden ayudarte a aprender cosas nuevas. Aquí uno, que es un intento
de cocinillas, ha elegido el lado más gastronómico para gastar sus
preciados segundos.
Los juegos chorras que se centran en la
cocina son muchísimos. Tantos que tienen hasta su propia
página
web.
Los puedes encontrar de todos tipos: de servir en restaurantes, de
cocinar con insectos, de hacer sushi y hasta de preparar
ensaldas
con
fresas
y
naranjas.
Los hay en los que cocinan señoras mayores, apuestas jovencitas,
alienígenas del espacio exterior,
ángeles
y
demonios.
Existe hasta una tal Sara que te explica en cada uno de sus cien
juegos cómo hacer una receta en particular. Pero yo, sin duda, me
quedo con la serie PAPA’S.
Papas cuenta la sencilla historia de un
joven se hace con un negocio por pura casualidad. La gracia está en
que cada entrega del minjuego esconde un tipo de restaurante distinto
- de
pancakes
a
hamburguesas
pasando por
sundaes-
. A mí el que me ha
enamorado es el de hacer tortitas. Los clientes te las piden más que
elaboradas y tú tienes que ir siguiendo las instrucciones de cada
uno. Un deleite, oiga. Y además la cosa se va complicando. Los
consumidores se hacen más exigentes y cada vez dispones de más
cremas, toppings y acabados. Es una locura.
El juego además cuenta con otra especie de
minijuego entre pantalla y pantalla. Se trata de un jackpot en el que
te puedes llevar propinas. Porque claro, tu personaje cobra su sueldo
al quinto día y todo depende de lo bien que te hayas portado con tus
clientes para ser premiado por sus suculentas monedas.
Os invito a todos a pasar un rato de
vuestras vidas disfrutando de este maravilloso juego también
disponible para plataformas portátiles. No hay nada mejor que
aprovechar tu tiempo aprendiendo a hacer deliciosas tortitas
ficticias y recibiendo dinero que no podrás gastar en tu vida.
4. ROBOT UNICORN ATTACK
Facebook es el rey de las aplicaciones online, así que lo más normal sería hablar sobre la maravillosa granja de Farmville. Pero enviar a mis amigos una media de diez solicitudes diarias rogándoles que me compren un puerro me parece más una humillación que un juego. Soy partidario de invertir mis horas muertas en opciones más maduras y realistas, por lo que mi propuesta de hoy está destinada a todos aquellos a los que la granja les parezca una aberración.
Popularmente conocido como ‘el juego del unicornio gay’, Robot Unicorn Attack es un juego creado por Spiritonin Media Games en febrero de 2010 y disponible en numerosas plataformas online, entre ellas Adult Swim, Flashline y como ya hemos dicho, Facebook. Quienes piensen que se trata de otro plataformas en 2D hablan desde la completa ignorancia. En Robot Unicorn Attack hay que conseguir hacerse con el mayor número de hadas de colores y estrellas violetas brillantes, evitando que nuestro unicornio de colores caiga por un vacío transitado por delfines saltarines o choque contra una de las puntiagudas e inoportunas isletas flotantes. Y creedme, es uno de los retos más difíciles a los que alguien puede someterse en esta vida.
La BSO del juego ayuda a incrementar la
adicción. Se trata de
Always,
una tema del grupo Erasure, una canción-bucle que podría haber sido
usada como herramienta propagandística en la II Guerra Mundial. Es
bastante divertido tararearla mientras nos balanceamos en la silla
pulsando nerviosamente los controles Z / X intentando evitar lo
inevitable –la muerte de nuestro unicornio-. Siendo realistas, no
había visto nada tan adictivo desde que me grabaron en un disquete
el juego de Los Pitufos para Windows 98.
Un último apunte: si consideras poco varonil el hecho de que el unicornio desprenda una estela de color arcoíris cuando ataca a los obstáculos, lo tuyo es Robort Unicorn Attack Heavy Metal Edition, una versión creada para los más machitos protagonizada por un unicornio bastante agresivo que se queda a kilómetros del original.
Mención de honor: El Falling Girl siempre es siempre una buena opción para descargar tensiones y liberar frustraciones. Puedes optar por ver cómo cae esta inmortal maniquí durante horas o simplemente zarandearla de un lado a otro y de arriba abajo doblando su cuerpo hasta límites insospechados.
Omar López
@lemonbiscuit1
5. EL BRUTO
El
Bruto
es un juego sencillo, de gráficos modestos y de tiempo limitado. A
pesar de ello, como todos los juegos que aquí se recogen, tiene una
característica vital: es adictivo.
La dinámica es sencilla: te creas un
pequeño Bruto que nacerá sin entrenar, sin apenas equipo ni
mascotas y tan humilde como el dueño que se mete en la web por
primera vez sin saber a qué jardines está accediendo. Tras crear a
tu pequeño Bruto (le asignas un nombre y una vestimenta según tus
gustos, esto permite que salgan Brutos punkis,
cuquis, hipsters y toda clase de
reflejos sociales), comenzarás a luchar contra otros Brutos de nivel
similar. En la búsqueda de contrincantes podrás luchar contra
Brutos que conozcas (amigos, familiares, exparejas, etc) o contra
gente desconocida cuyos Brutos tienen menos nivel que el tuyo y
decides escogerlo para apalizarlo
y ganar puntos de experiencia. Al principio dices que no vas a
aprovecharte de nadie que tenga un nivel más bajo que tú, pero
cuando empiezas a ver en tu registro de batallas que varios matones
han abusado de tu pequeño pupilo comienzas a corromperte.
Batalla
en El Bruto
Si ganas una batalla, tu Bruto gana 2
puntos. Si pierdes, gana sólo 1. Además, pasándole el link de tu
Bruto a conocidos los retas a batallas, y si ganas te conviertes
automáticamente en su sensei.
Esto permite que cada victoria de tus alumnos también te dé puntos
(entonces es cuando comienzas a spammear
tu link para ganar puntos). Tienes tres batallas por día, y aparte
dispones de torneos en los que poder participar (abstenerse noobs
en esto último).
Tus habilidades son tres y van subiendo
conforme subes niveles: Fuerza (imprescindible para dar buenos
mamporros), Velocidad (atacar a tu contrincante antes) y Agilidad
(esquivar golpes que prometían ser letales). Además, vas
consiguiendo nuevas armas y mascotas que te hacen más poderoso,
aunque esto también es aleatorio (mientras a ti te toca un
palitroque enclenque, a tu amigo le toca un oso cabreado que te
destroza, por lo que tu amigo se reirá bien a gusto). Aparte, tienes
logros que poder desbloquear para que tu vicio vaya en aumento.
Perfil en El Bruto
El juego ya tiene unos años, y vivió su
auge hace dos o tres, pero sigue disponible y enganchando a nuevos
ingenuos. Si te apetece, crea tu Bruto y desfógate unos minutos al
día (o cabréate, si eres muy malo).
Mención de Honor:
meter a tus amigos en el juego y pelear –y por supuesto ganar-
contra ellos. Los piques están servidos. Ponle contraseña a tu
Bruto o la venganza será demasiado fácil.
Elena Cortés Alonso (@pieldelibelula)
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