Jonathan era entonces el típico chico invisible del típico instituto norteamericano. Acosado por los jugadores de rugby, encandilado por una preciosa chica que resultaría ser una momia inca que quiere absorber su esencia. Relegado eternamente al rol del “chico que anda por el pasillo” y bloqueado por otros personajes más carismáticos que él. Jonathan parece destinado a ser la perfecta y secundaria víctima. Entonces, su venganza contra el mundo tan solo se mostraría con orinar en la piscina antes de que los musculados y deseados estudiantes del equipo de natación del instituto entren en ella a competir. Un año después, tras vivir similares experiencias y por lo visto no haber encontrado su lugar en el mundo, se presenta su única esperanza: El suicidio. Todo queda en un fallido intento cuando una chica, ella a la que llaman la elegida, detiene a Jonathan y le hace comprender que todos aquellos adolescentes y compañeros de su instituto también compartían miedos e inseguridades. Que todo era cuestión de máscaras. Los problemas de autoestima de Jonathan empiezan a desaparecer. Cierra su etapa high school asistiendo al baile de graduación con una chica alta y esbelta. Quizá ha empezado a quererse demasiado.
Otro año/temporada después de que el instituto haya terminado, Jonathan, que había permanecido en la retaguardia, vuelve con más fuerza. Repentinamente, como si hubiera caído del cielo, Jonathan es el ombligo del universo. Los calendarios de Jonathan se venden como churros. Es el cantante y actor de éxito en Norteamérica. James Bond es eclipsado por un nuevo nombre propio: Jonathan Levinson. Todos aquellos personajes que se habían burlado de él en algún momento de sus vidas ahora acuden desesperadamente a él en temas tanto personales como profesionales. De alguna sospechosa forma, Jonathan parece estar conectado a todo y tener la respuesta ante cualquier pregunta. Recuerda ahora con sorna el excesivo protagonismo que le dieron una vez a esa misteriosa chica que evitó su suicidio. Es el momento de ocupar su lugar. Créditos incluidos. (Por temas de Copyright, en vez de los títulos de créditos originales, nada mejor que un cutrecillo fanvideo con la música de Skins de fondo).
Efectivamente, Jonathan Levison es un personaje creado por Joss Whedon (de reciente alabanza mainstream por su tarea con Los Vengadores) en la popular serie Buffy Cazavampiros. Danny Strong es el actor que interpretó a Jonathan durante cinco temporadas de la serie (2,3,4,6 y 7) y también apareció en el capítulo piloto no emitido de la serie como un mero estudiante. Ese capítulo de la cuarta temporada llamado Superstar, en el que Jonathan acude a un hechizo con la intención de crear una realidad alternativa y pasar de convertirse en el típico pringado a un héroe nacional puede ser perfectamente uno de los giros cómicos más impactantes de la serie...
No pude evitar acordarme de dicho episodio cuando, tras la última gala de los premios Emmy, me encuentro con la siguiente imagen:
¿Qué ha ocurrido? ¿El capítulo se ha convertido en realidad? ¿Jonathan Levinson ha conquistado Hollywood?. No, Danny Strong ha pasado de ser un carismático actor secundario a un guionista reconocido y de éxito. Joss Whedon y Jane Espenson la escritora del episodio “Superstar” ya predijeron el potencial del talento de Strong. Sus dos galardones se deben a la película para televisión Game Change, un retrato de los candidatos republicanos a la presidencia y vicepresidencia de los Estados Unidos del 2008 John McCaine y Sarah Palin. El libreto de Danny Strong está firmado con firmeza, humanidad y sentido crítico. Una victoria más que merecida.
Tras firmar el guión de The Butler -con John Cusack como actor principal y en período de postproducción-, Danny Strong ha sido contratado para adaptar dos de las continuaciones de la exitosa saga The Hunger Games, específicamente las dos partes de The Hunger Games: Mockingjay.
Mientras que Jonathan Levinson -personaje al cuál el propio Strong define como una de las mejores experiencias de su vida- utilizó la magia para llegar al estrellato, la recompensa y reconocimiento de Danny Strong parecen debidas al continuo trabajo.
Enlaces de interés:
- Beyond the Box: Television and Internet - Sharon Marie Ross sobre Jonathan Levinson en Buffy The Vampire Slayer.
- Superstar - Ficha del episodio.
- 'Being Jonathan from Buffy is the coolest thing I got going!' - Entrevista a Danny Strong en Zap2it.
- Game Change - Ficha en Rottentomatoes
- Game Change: Outstanding Miniseries or Movie - Vídeo de la ceremonia de los Emmy 2012.
Juan Bernardo Rodríguez @MrJotabe
Me gusta mucho este chico, me encanta el episodio "Superstar" (escrito por Jane Espenson, no por Whedon, ella es tambien una muy reconocida guionista y parece que amiga personal de Strong) y me alegro un montón de que haya tenido éxito y le vaya tan bien. El personaje de jonathan es uno de esos secundarios "fijos" a los que coges cariño, y creo que fue muy mal aprovechado al final. Nunca perdonaré su final, pobrín el, el único persona y valiente de su pandilla de "amigos".
ResponderEliminarGracias por el articulo y saludos.
Creo que además el punto fuerte de Jane Espenson son las tramas episódicas y la relación de estas con el arco argumental general de la serie. Tienes razón que ella firma el guión de este episodio. Diseñar unos secundarios -disfrazados de extras- que poco a poco van cogiendo protagonismo es una herramienta bastante inteligente para hacer que el público les coja cariño. Jonathan, e incluso Harmony, en esta serie son ejemplos de ello.
ResponderEliminar¡Gracias por comentar!.
Qué nos gusta al personal los Jonathan Levinson/Danny Strong del mundo. ya sean resultado de algún poder sobrenatural o al esfuerzo personal (esto incluso menos)y cuando confluyen las dos circunstancias, como es el caso, ni te cuento. Resulta muy gratificante tu artículo JB.
ResponderEliminarQue me alegro yo que resulte gratificante. ¡Gracias anónimo!
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