sábado, 7 de abril de 2012

La locura nos gobierna

Tras la huelga  general vinieron los presupuestos, en los que no me detendré aquí para indagar en ellos, pero sí que me gustaría destacar algún punto.  Esos gastos superfluos a los que hace siempre referencia el gobierno, no son como en un principio y dada la situación socioeconómica que vivimos, los que cualquier persona con dos dedos de frente se podría imaginar: Iglesia, tauromaquia,  Interior o Defensa, entre otros.  Esos o no se tocan, o se recorta muy poco.  Uno podría pensar que este planteamiento y en conjunto en la UE, se debe a que 165 millones de europeos –un 38% de la población-, sufre patologías mentales.


Pero esto es más bien una consecuencia que una causa.  La causa no es otra que la profunda hegemonía del dominio del capital financiero sobre cualquier aspecto de la vida, que haciendo presión a través de la deuda, impone la dictadura de la austeridad.  Cuando este marco se asume, la ideología de la técnica se vuelve del todo indiscutible, razón necesaria para suspender la democracia y empezar a entrar en un estado de excepción permanente como nueva forma de gobierno. El pacto liberal se ha roto, pero desde arriba y no desde abajo; cercando en lugar de ampliando el acceso a la decisión y la riqueza.


La esquizo-economía es una enfermedad congénita al propio funcionamiento de unas relaciones sociales, siempre más aceleradas, más mercantilizadas. Nadie se escapa. Los que juegan con las personas como si fueran cifras, aquellos operadores de bolsa, los CEO, se ven arrastrados por la vorágine del colapso mental. Un estudio de CFM Magazine estima que un 10% de las personas que trabajan en Wall Street podrían ser psicópatas. En otro estudio de la London School of Economics y la Hardvard Bussines Schools se certifica que los consejeros delegados de las empresas pasan reunidos una media de 18 horas semanales y suelen estar solos no más de 6 horas; el tiempo se convierte en oro y, como el rey Midas, algunos se ahogan en su locura.

La axiología, que es la vertiente de la filosofía que se ocupa de estudiar nuestros juicios de valor, se presenta especialmente turbia cuando se analiza el comportamiento de las clases altas. Según un estudio del profesor de psicología de la Universidad de Berkeley, Rodolfo Mendoza, las personas con un alto poder adquisitivo tienden a adoptar comportamientos poco éticos. La conclusión vendría a ser  que "La gente de clase alta tiende a sentir que la avaricia es buena".

Mientras, en la realidad mundana nos encontramos con las consecuencias surrealistas de un modelo de explotación que funciona a velocidad digital, pero insertado en un mundo orgánico. Según el último informe de  Eurostat, la mitad de los jóvenes españoles, el 50,5%, se encuentra en situación de desempleo. Al mismo tiempo, en los dos últimos años, el presentismo, es decir, quedarse más allá del horario laboral, ha aumentado en 40 puntos porcentuales. De ese 85% de los y las trabajadoras que alargan la jornada, lo hacen por  miedo a perder el trabajo, menos un  24%, que lo hace por falta de personal.  

Los recortes a los servicios públicos, los presupuestos que recortan todavía más donde es más necesario, la precariedad laboral, el acceso a la vivienda o el paro, vienen a ser una necesaria condición para que el 1% aumente sus beneficios. Esos grandes directivos que sufren patologías psicosociales nos hacen partícipes a todos y todas de su deriva psicótica. Así es como, entre el año 2008 y 2011, los miembros del consejo directivo de las 10 grandes empresas de la bolsa española, en 9 de ellas hayan aumentado un porcentaje de beneficios, que oscilan entre un 14% del BBVA y un 84% de Telefónica.
Todo es delito.

Pero este tipo de situaciones no se mantienen, sino es siendo por lo menos tan duro con los de abajo, como manso se es con los de arriba. La reforma del código penal que ya está en el horno lo pone en evidencia. Ésta pasa por incrementar el castigo aumentando las penas, pero también ampliando el campo de lo que viene a ser considerado como delito grave. Afirmaba Foucault en su libro Vigilar y castigar, que “para ser útil, el castigo debe tener como objetivo las consecuencias del delito, entendidas como la serie de desórdenes que es capaz de iniciar” . Así lo entiende la próxima reforma del código penal ya en marcha, en lo que se refiere a desobediencia en la calle; destacando el apartado que refuerza el posicionamiento jurídico del policía frente al manifestante.
Equipara lo que llaman “resistencia activa o pasiva grave – deducimos que puede ser sentarse en el suelo o alzar los brazos-, a tirar “piedras, clavos, armarse con tirachinas”, tipificándolo con hasta 5 años de cárcel.  No solo está más protegido un Banco que un desahuciado, también lo está en relación a una persona si es atacado. La ley protege sobre todo a la propiedad y no a las personas. De los disturbios de Barcelona, 4 personas han ingresado en prisión preventiva; al hostelero que acuchilló a una mujer en un piquete, le han tomado declaración y sin más sobresaltos de ningún tipo está en la calle.  Hechos que casi no resuenan en los medios de masas; sólo en las redes sociales se han podido hacer eco de este y otro suceso. Redes sociales que son la única esfera que mantiene cierta autonomía comunicativa, donde por ahora no reina del todo la esquizofrenia que ya nos imponen en la vida.

Jorge Moruno @JorgeMoruno
http://www.larevueltadelasneuronas.wordpress.com

1 comentarios:

  1. Eso ya lo sabemos casi todos; recuerdo de pequeño ser distinto por no dejarme amoldar, por hacer caso a mi naturaleza estuve años en psicologos, el mensajeera claro: el que tiene que cambiar eres tu y no el mundo. Despues de años veo claro que mi vision utopica del mundo es mas real que todo lo que me han enseñado. Mira dentro de ti, por encima de emociones, por encima de condicionamientos, y veras la realidad de tu ser, veras que ni el dinero ni las guerras tienen nada que ver contigo; veras que casi todas las acciones de tu vida no las haces porque quieras, lo haces obligado, incluso las cosas quecrees que te gustan. Somos esclavos y seguira siendo asi hasta que nos alzemos. Aque esperamos para el cambio? No hace falta concienciar a mas gente, lo que hace falta es acabar con ese 1% de gentuza egoista

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