martes, 26 de junio de 2012

La noche del 99% viviente


Noticia Real: Una mujer acaba muerta tras recibir varias descargas de la policía cuando intentaba comerse a su hijo bajo los efectos de una nueva droga.
        
        Noticia ficción: El agente Rick Grimes sobrevive tras varios días en coma rodeado de unos zombies que se han hecho con el control de los principales núcleos urbanos.




         THE WALKING DEAD... (Tiene spoilers)


         Quien haya seguido la serie The Walking Dead puede hacerse una idea de lo que significa que llegue el holocausto zombie y, visto que una nueva droga llamada “sales de baño” está de moda en EEUU y causa que la gente acuda al canibalismo, pierda la noción de sí y actúe como un zombie, queremos colaborar de forma poppolitica en la configuración de la nueva sociedad zombie

         Sabemos que el capitalismo neoliberal está en ello y la prueba es una frase sobre la continuidad del grupo de humanos supervivientes de Rick Grimes –policía, héroe y líder- al final de la segunda temporada de la serie: “Esto no será más una democracia”. Anticipo zombie del memorándum del FMI para el sur de Europa.
        
         Resumamos el argumento de esta serie (el mismo que todo holocausto zombie que se precie): Se trata de un grupo heterogéneo que sobrevive a un primer estallido de la enfermedad/maldición/droga que vuelve a todos zombies (básicamente entes que no se comunican, no se mueven muy rápido y comen humanos no zombies). A partir de ese momento este grupo se irá haciendo el germen de una nueva sociedad humana; lo mismo que en todas las de zombies.

         Pero, ¿Qué modelo nos presenta realmente The Walking Dead?

         El grupo no es un espacio homogéneo donde se relacionan y trabajan para salir adelante sino, como buena distopía anglosajona, una relación contractual entre individuos. Son personas que coyunturalmente se agregan para salir adelante pero que, en todo momento, saben de la temporalidad de un nexo social que les “anula” como individuos.

         Pese a ser un grupo de pocas personas, menos de 30 en todo momento, tiene una división funcional absoluta. La dirección y alma del grupo son los dos policías que compiten por el liderazgo y por una de las mujeres jóvenes.

Las mujeres en la serie tienen un rol completamente reproductivo, son las que organizan los cuidados del grupo y las que aportan afectos en este momento tan terrible. En un momento una de ellas desea poder disponer de su autodefensa (armándose con una pistola, todo muy individual) pero dentro del grupo se la invita a que asuma su papel de mujer y deje la defensa del grupo a los hombres.

Fuera de los policías-alfa el resto de hombres representan lo que se entiende que son los grupos sociales estadounidenses: un negro que pertenece a una banda -buen guerrero pero sin iniciativas-, un asiático joven -parece un informático, es servicial y eficiente en lo suyo-, un cazador rural -rudo, gran explorador y sin sentimientos- y un anciano -representante de los años 60 que plantea dilemas morales a los líderes-.

Y los niños… sólo aprenden a disparar y a no molestar.


Esta sociedad en miniatura, totalmente estereotipada, funciona mediante un modelo tribal en el que los líderes toman las decisiones consultando al resto del grupo por no perder legitimidad, pero asumiendo de forma directa las decisiones. Este modelo, que en la primera temporada de la serie se entiende como una imposición de la huida y del caos reinante, pierde toda la lógica en la segunda temporada.

En esta, el grupo encuentra una granja habitada por una familia de clase media estadounidense, que lejos de pensar que con veinte personas aumenta la capacidad de trabajo y por tanto las mejoras que les permitirán continuar sobreviviendo, piensan que se trata de una ocupación de sus tierras infestadas de zombies. Los líderes se plantean si colaborar -sin nunca pensar en trabajar en común- con la familia o en conquistarla aprovechando que tienen armas.

La serie por tanto es la visión más neoliberal posible de la sociedad, una sociedad de individuos sin estado que se rigen por la competencia, demostrando que está te hace unirte para sobrevivir pero garantizando la independencia. Los roles sociales son obvios y son los hombres jóvenes y blancos los que dirigen el mundo, mientras el resto son acompañantes. Económicamente son depredadores que no se plantean en ningún momento el construir un espacio físico de producción y consumo, sino que aprovechan lo que han dejado los más débiles. Para mantener esta sociedad económicamente inútil es necesario una organización política del dominio de la fuerza, que pasa del dualismo al monopolio cuando uno de los policías mata al otro.

EL HOLOCAUSTO ZOMBIE PARA EL 99%...


Ahora la duda que planteo es: ¿Qué hará el movimiento del 99% cuando llegue el holocausto zombie? Ante el problema de no tener alternativa en este caso, propongamos un decálogo abierto a debate:

1. El 99% no debe huir a todo precio, debe tender a construir: Se necesita una huida que construya, que permita germinar las futuras formas de organización que la sociedad zombie requiera. En la serie sale el ejemplo de los suburbios de Filadelfia, donde las bandas se han unido y defienden el asilo donde viven las ancianas del barrio (+1 para ellos y no para los policías).

2. Las ideas son mejores que las pistolas, todas pensamos mejor que dos policías: Lo primordial para sobrevivir será asumir que los zombies lo han cambiado todo y que quedamos muy pocas, que si no colaboramos y nos ponemos a competir perdemos una gran cantidad de trabajo en tonterías. Se hace necesario un plan para seguir adelante y para ello, ¿qué mejor que debatir entre todas para que todos aportemos ideas?

3. La autodefensa es clave: No necesitaremos héroes, necesitaremos defendernos. Después se dan las absurdeces de gente sola en el bosque que falla un disparo o que huye de forma caótica: aceptemos a los policías en el 99% pero que no nos salven, que nos ayuden a poder salvarnos todas juntas.

4. La información es poder: No vale guardarse datos claves para el grupo. Si bien es cierto que en el holocausto zombie no hay Internet ni prensa, sí que se necesita saber que ocurre alrededor del grupo. Por tanto, nada de embarazos secretos, conversaciones con científicos que montaron todo que te guardas para ti o esconder zombies en un granero sin contárselo a la gente

5. La democracia, ¡¡¡por favor!!!: Entendemos que no haya electricidad y que ya no vivamos en ciudades, pero no por ello tenemos que retroceder a formas de organización política de la prehistoria. Asambleas para tomar decisiones y cargos técnicos para las cosas técnicas. Si el problema de la democracia participativa sin zombies era que si somos muchas no funciona, los zombies nos han resuelto ese problema de escala.

6. Ahora si que será insostenible: Los decrecentistas ganan inmediatamente con el holocausto zombie, no es que el planeta no aguante sino que todo es finito. Nadie produce más mercancías a nivel industrial, ni se obtiene más energía. ¿En serio tenemos que hacer viajes de horas con una caravana de coches o dejar campamentos olvidándonos todo? Es el momento de ahorrar energía, de racionar el consumo y de potenciar modelos de consumo conjuntos que impidan la mala utilización de los recursos.

7. Las niñas importan: No puede ser que porque haya un holocausto estas niñas tengan que aprender sólo a disparar y a estarse calladas, es el momento de tomárselo en serio, que aprendan cosas, ¡que alguien les haga caso por favor…!

8. Solo no, con amigos puedes: Si te encuentras con un grupo explícale que juntas somos más fuertes, nos permite hacer más cosas y de manera más eficiente que tú sola. Incluso si sólo te mola matar zombies siempre es mejor que muchos te cubran las espaldas o incluso, en plan locura, construyan trampas.

9. Prepararse para el invierno: No seamos tontas, si el invierno está al llegar lo principal es tener un sitio estable y defendible en el que cultivar, tener algunos animalillos y poder resguardarnos. La gente en el neolítico se unió porque se cultiva más y con menos esfuerzo, aprendamos de la historia. Repartamos el trabajo para que todas vivamos bien y no establezcamos oficios absurdos como el de héroe, aprendamos del error que fue tener reyes… todas trabajan y matan zombies pero repartido que es más justo.

10. ¿En serio un bosque? Esto no es poppolítico, es lógico: vayamos a una isla en el medio de un lago, ¡qué mejor para defender y/o escaparse!


Por todo ello, en caso de holocausto zombie, espero coincidir con un grupo del 15M y no con uno del Tea Party.


Ignacio Martín Pina @ignaciompina

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